Y DELICOSAS son este par de chicas 💕 que nos acompañaron durante la jornada del miércoles a caballo entre dos festivos, y con las que nos quisimos sumar a la fiesta 😍 . Llegaron muy puntuales, como "Ángeles caídos del cielo", muy bien preparadas, y con todos los utensilios que tenían que utilizar primorosamente organizados: hornillo, sartén, bandejas, platos, papel de cocina, delantales, espumadera, cucharas... La abuela al mando, como buena chef 😃 haciendo alarde de esa tierna sabiduría de la que solo las abuelas pueden presumir. La mamá, simpática y alegre donde las haya, de pinche, atenta en todo momento y "muy bien mandá" je,je, además de espectacular showoman a la que se le nota no obstante, que tiene dotes de buen magisterio por pertenecer a nuestro gremio 😊
Para empezar, dijo la abuela, "presentación", y acto seguido resumió: aquí estamos tres generaciones abuela, mamá y nieta y vamos a hacer unas rosquillas de navidad para chuparse los dedos, es costumbre en nuestra casa, y creo que en la de muchos de vosotros también, ¿verdad? Nos explicó por qué las hacía ella y desde cuándo, y que aquello que había empezado casi como una necesidad para cuidar a su marido, se había convertido en tradición navideña entre sus hijos y nietos. Por cierto que la abuela de Marina es la que nos envió el curso pasado a la gallina "Marroncita" para disfrute del respetable, ¿se acuerdan?
Y sin más preámbulos "le metieron manos a la masa". Uno a uno fueron mostrando todos los ingredientes que llevaba la receta, con ayuda de nuestra súper ayudante Marina y de Pablo su hermano, que vino un ratito con permiso de su seño Isabel de primaria. Ellos los enseñaban, los describían, los daban a oler, a tocar y a probar a los compañer@s: huevos, harina, leche, azúcar, ralladuras de limón, aceite aromatizado con limón, canela, sal... Y poco a poco la abuela Ángeles los iba incorporando en un recipiente para elaborar la masa. Uno a uno también, los fuimos anotando en la PDI para que no se nos olvidase, porque otro día seguro que volvemos a trabajar sobre este tema tan delicioso.
Después Marina hizo los honores rallando el limón, moliendo el azúcar, y mezclando bien la masa para darle el punto exacto de cochura. Ahora teníamos que dejarla reposar unos minutos para poder trabajar con ella y aprovechamos para cantar algunas canciones de nuestro repertorio y enseñárselas a nuestras mamás.
Cuando terminó la espera repartimos un trocito de masa a cada chic@ y estuvieron haciendo sus particulares rosquillas 😃
Las frió la abuela mientras nos contaba algún que otro consejo culinario, y... ¡¡Voilá!! Impresionantes las rosquillas, impresionantes las cocineras y los chicos que permanecieron muy atentos e interesados toda la mañana 💗
Gracias Ángeles, gracias familia, os apuntamos en la especialidad de cocina para próximos talleres o en lo que ustedes nos digáis, porque ya hemos comprobado que os manejáis súper bien en más de un terreno. ¡¡Volved cuando queráis!! ¡¡Os esperamos con los brazos abiertos!! ¡¡Qué bien nos lo hemos pasado!! ¡¡Cuánto hemos aprendido!! 💞
Ni que decir tiene que los chicos se "pusieron las botas" con las rosquillas, y que apenas sobraron unas poquitas de las dos bandejas que hicieron, y es que algunos hasta tripitieron. ¡¡Estaban DELICIOSAS!!
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